lunes, 28 de junio de 2010

Málaga confía en el turista nacional para el verano

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ MÁLAGA El sector turístico malagueño afronta con incertidumbre un verano de 2010 que, según sus impresiones, será «ligeramente mejor» que el del «horroroso» 2009, y que volverá a ser salvado por el cliente nacional, que ve en la Costa del Sol un destino asequible y alternativo a las ahora demasiado gravosas escaladas el extranjero. Los datos del pasado año avalan esta expectativa: la Costa del Sol perdió más de 14o.000 viajeros y casi 530.000 pernoctaciones extranjeras, con caídas medias del 17%, por sólo 52.000 turistas nacionales (-7%) que apenas supusieron bajada en sus noches de hotel. Claro que también hay que recordar que el cliente extranjero supone del 55% al 60% de las cifras turísticas malagueñas, lo que indica que su desplome es mucho más dañino que el del turista nacional.

Sí se tiene asumido que bajará la estancia media –de 7 días a 5, como ya se está comprobando por parte de las agencias de viaje– y el gasto global por pareja, que de 900 euros ya está pasando a poco más de 600. Además, otra tendencia cada vez más observada es que familias que antes venían de vacaciones con sus hijos ya mayores e incluso con las parejas de éstos, ahora se plantean las vacaciones de este año como una escapada en solitario. Otra premisa es que saldrá de vacaciones con la liquidez que tenga cada hogar, sin recurrir tanto a préstamos como en otros años, bien por prudencia o bien porque las entidades financieras no están ahora mismo para muchos préstamos. «Irse de vacaciones no es lujo, sino una necesidad y el planteamiento no es el a ver si tengo dinero sino el amoldar lo que tengas, aunque sea poco, a salir unos días del lugar de residencia», comenta el vicepresidente de la Asociación Empresarial de agencias de Viajes de Andalucía (Aedav), Joaquín Fernández Gamboa.

Pero la coyuntura, desde luego, es complicada, ya que el sector considera que en este 2010 decisiones como la subida del IVA a partir del 1 de julio o el plan de recorte anunciado por el Gobierno han hecho mella psicológica en un usuario que, en materia de las salida vacacionales, es bastante voluble. Si en España el tijeretazo ha afectado a la nómina de los funcionarios –uno de los clientes turísticos más estables de siempre–, en Gran Bretaña o Alemania no le va a la zaga, con anuncios de subida generalizada de impuestos, menor gasto público y supresión de funcionariado.

«Vivimos unos tiempos de grandes incertidumbres y el Turismo es muy sensible a todo: a la economía, la política, el clima, o incluso hasta de los resultados del Mundial de Fútbol. Se están produciendo muchos altibajos en las ventas por todas estas cuestiones», explica el presidente de la Asociación de Turoperadores de Estancias (Adeture) y director general de Uniplayas, José Mesa. Eso aboca a que la mayoría de los clientes programen y contraten sus vacaciones a última hora y por internet, con personas que ahora mismo están reservando para este último fin de semana de junio, cuando el año pasado la mayor parte de esas estancias estaban apalabradas desde mayo. «El consumidor final parece convencido de que comprando a última hora ahorra, aunque en muchos casos esto no sea tan cierto por las continuas y excelentes ofertas que se comercializan por las compras anticipadas», señala el responsable de Adeture, que engloba a empresas como Bedsonline, Días libres, Marsol, Novaplaya Tours, Primea Línea, Solplan, Rhodasol-Turimar, Tour 10, Ocihotel y Viamar Online.

Fuente: laopiniondemalaga.es